Las Finales de toda la vida
I. “In this Fall, I’m going to take my talents to South Beach and join the Miami Heat”. Hace poco más de diez años que LeBron James pronunció estas palabras, se marchó del equipo de su vida, los Cleveland Cavaliers, puso patas arriba la NBA y se unió al gran proyecto que se traía entre manos el presidente de los Miami Heat, Pat Riley, que consiguió juntar un Big Three de ensueño con Chris Bosh, Dwayne Wade y LeBron James (curiosamente los tres fueron escogidos en el mismo draft, pero eso es otra historia). Aquí comenzó la etapa más gloriosa de Miami Heat y, a su vez, la de LeBron James. 4 títulos de conferencia y 2 títulos de la NBA en cuatro años. Después de ese cuarto año, LeBron volvió a su casa, a Cleveland, para cumplir su promesa: ganar un título para la ciudad de Cleveland; aunque dicen las malas lenguas que no sólo fue por eso, sino que tuvo mucho que ver la mala relación entre LeBron y Pat Riley. El resto es historia y siempre quedará en la mente de cualquier aficionado a la NBA ese "CLEVELAND THIS IS FOR YOU!!!"
Poco antes de “The Decision” (así se llamó el programa donde LeBron confirmó su marcha a los Heat), Los Ángeles Lakers ganaban su 16º y último título de la NBA hasta la fecha, en unas Finales memorables contra su eterno rival, los Boston Celtics, tomándose así la revancha de las Finales de 2008 donde fueron los del estado de Massachussets quiénes se alzaron con el anillo. Nadie lo sabía entonces pero esas fueron las últimas Finales que jugaron Boston Celtics, que seguirá su travesía en el desierto en busca de volver al lugar que les pertenece, y Los Ángeles Lakers, que tras diez largos años sin un rumbo fijo, este año por fin han vuelto a unas Finales.

II. Quizás la mayoría de los aficionados Lakers, son de los Lakers gracias a Pat Riley y a cómo hizo jugar a los Lakers en el tiempo que estuvo como entrenador. La forma de jugar que consiguió dominar la NBA durante los 80 y para muchos el mejor juego que se ha visto jamás en una cancha de baloncesto: el “Showtime”. 4 títulos de la NBA con los Lakers de Magic, Kareem, Worthy y compañía. En 1990 renuncia a su puesto en la franquicia angelina y en 1995 se convierte en el GM de los Miami Heat, si bien no consiguió ganar ningún anillo, ni tan siquiera alcanzar unas Finales en sus primeros años, si consiguió crear un gran equipo encabezado por Alonzo Mourning.
En 2004, tras seleccionar a Dwayne Wade en el draft del año anterior, consigue fichar a Shaquille O’Neal y comienza un nuevo proyecto que, con el propio Riley de vuelta en los banquillos, consigue alzarse con el primer título de la NBA para la franquicia de Florida en el año 2006.
En 2010 decide ejercer como presidente de la franquicia, crea el ya mencionado Big Three con Wade, LeBron y Bosh, y pone como entrenador a un joven asistente, Erik Spoelstra. A día de hoy, Spoelstra es considerado uno de los mejores entrenadores en activo de la NBA, sin duda que el tiempo y los títulos le han dado la razón a Pat Riley que siempre ha tomado decisiones arriesgadas y, normalmente, ha acertado.
Este año no solo ha creado un equipo campeón de conferencia, ha creado un proyecto de futuro que ya está empezando a dar sus frutos: ha sido capaz de juntar la experiencia (Jimmy Butler, Iguodala) con la juventud y el talento (Adebayo, Tyler Herro) y Spoelstra le ha dado carácter y personalidad al equipo. Con todo esto y un par de ases en la manga no es de extrañar que pasarán por encima de Milwaukee Bucks (1º en el Este y mejor récord de la liga) en semifinales de conferencia y lograrán vencer bien y merecidamente a todo unos Boston Celtics en finales de conferencia. Ahora les espera otro reto mayúsculo en las Finales, Los Ángeles Lakers, pero con esa entrega y, sobre todo, con ese juego tan fluido y dinámico se han ganado, como mínimo, el derecho a soñar

III. Una década, una maldita década sin ver a los Lakers en unas Finales de la NBA, en esos diez años Miami ha ganado dos títulos, Golden State Warriors se ha erigido como una de las franquicias más grandes de la historia, Cleveland ha roto una maldición de casi 60 años sin títulos y LeBron James ha jugado 8 Finales, casi nada.
Puede que la historia de Lakers no sea la de un equipo que siempre ganaba, más bien todo lo contrario, en sus 32 comparecencias en Finales (equipo que más las ha jugado a años luz del segundo) han ganado 16 y han perdido 18, muchas de ellas contra los Celtics y con Red Auerbach fumándose su famoso “puro de la victoria” en la cara de los Lakers. Eso crea ambición y rivalidad, sin saberlo Auerbach creó al mejor enemigo que han tenido nunca los Boston Celtics y ven desde hace años como peligra su “corona” como equipo con más títulos de la NBA, este probablemente sea el año que más está en peligro, la franquicia angelina jugará las Finales y los Celtics no pueden hacer nada para evitar que ganen salvo rezar porque Miami Heat consiga hacerlo.
Mucho han cambiado las cosas por Los Ángeles desde aquellas Finales de 2010, para empezar su quinteto; en 2010 los Lakers jugaban con Derek Fisher, Kobe Bryant, Ron Artest, Pau Gasol y Andrew Bynum, hoy juegan con Kentavious Cadwell-Pope, Danny Green, LeBron James, Anthony Davis y Dwight Howard. Derek Fisher ahora entrena en la WNBA a Los Angeles Sparks, Ron Artest se cambió el nombre a Metta World Peace y ahora se encarga del desarrollo de jugadores en la G-League para los South Bay Lakers. Andrew Bynum ha sido el único que después de retirarse no ha seguido formando parte del baloncesto profesional. Pau Gasol sigue en activo, pero se encuentra sin equipo y cada vez parece más cercana su retirada. Y Kobe Bryant, quizás el “laker” más influyente de la historia con Magic Johnson, nos dio una de las noticias más tristes y devastadoras de la historia del baloncesto con su fallecimiento junto con su hija Gianna en un accidente el pasado 26 de enero. Pero él, su legado y su amor a este deporte vivirán siempre en el Olimpo baloncestístico y en el corazón de los Lakers y de todos los que amamos este deporte.
Muchos pensaban que esta tragedia afectaría para mal anímicamente al equipo, pero yo creo que les ha unido, les ha hecho más fuertes y, además, les ha dado una razón de peso para ganar cueste lo que cueste. Y creo que el baloncesto que están haciendo habla por ellos (que lo primero que se le venga a la cabeza a Anthony Davis tras su “buzzerbeater” del game 2 sea “Kobe” dice de mucho de como la plantilla y la franquicia en general están llevando la tragedia), son un equipo que está unido en la victoria y en la derrota, que duplica esfuerzos y trabajo si es necesario, que va al suelo si hay que ir, que siempre lucha y en el que además hay muchísimo talento.
LeBron y Davis, Davis y LeBron, la mejor pareja de la NBA y probablemente una de las mejores de la historia. Los principales culpables, que no los únicos, de que los Lakers hayan pasado de ser un equipo que no se metía en Playoffs a ser nº1 en el Oeste y a ganar la conferencia. LeBron en la versión más “playmaker” que le hemos visto y al AD más completo en ambos lados de la pista, estas dos facetas mucho más acentuadas en Playoffs donde LeBron ha preferido asistir y donde AD ha sido la mayor fuente de puntos del equipo y ha sido un muro en tareas defensivas. Pero, como ya he dicho antes, no son los únicos culpables: Frank Vogel ha conseguido crear un equipo con una identidad muy marcada que primero defiende y después corre al ataque, jugadores secundarios que han ido de menos a más y han acabado siendo muy importantes en la rotación (Rondo, Caruso, Howard). Sin duda, los Lakers han ido callando esas bocas que decían que no llegarían a nada y se han ganado a pulso partir de teóricos favoritos para la mayoría de analistas por primera vez en la temporada para alzarse con el 17º anillo de la franquicia.

IV. Pero son las Finales de la NBA, nunca puedes creerte favorito porque puede pasarte como a Golden State en 2016 y perderlas teniendo una ventaja de 3-1, como a los propios Lakers contra los Detroit Pistons en 2004 o como a Miami Heat en 2011 contra Dallas Mavericks.
Pero son las Finales de la NBA, y hay un tipo que suele ganarlas y otro que suele perderlas, y según dicen tienen un asunto pendiente que resolver.
Pero son las Finales de la NBA, las de los nuevos y las de los que llevan unas pocas ya a sus espaldas.
Pero son las Finales de la NBA, las del “King” y las del “Hero”, las de “la Ceja” y las de “Bam Bam”.
Pero son las Finales de la NBA, las Finales de toooooooda la vida